David Williams, periodista nacional del motor y ganador de un premio de seguridad vial

Estábamos en los Cotswolds y fuimos a cenar a un remoto pub rural. A la vuelta, ya de noche, una espesa niebla había envuelto totalmente la sinuosa A436, por lo que reduje la velocidad a un galope. De repente, nos encontramos con lo que al principio parecía un truco de la niebla: un abrupto "muro" que atravesaba nuestra calzada, a pocos metros de distancia.

Frené bruscamente y esquivé lo que resultó ser un viejo árbol que, segundos antes, había caído sobre la carretera. Rápidamente avisamos a la policía, que se puso en contacto con el ayuntamiento... que envió a un equipo de obreros con motosierras.

El incidente me vino a la mente cuando leí hace poco que, según cifras del Ministerio de Transporte, 558.000 de los 5,7 millones de farolas británicas se apagan por la noche, ocho veces más que en 2010, mientras que los ayuntamientos atenúan 797.000 luces, frente a las 70.000 de mayo de 2010.

Por supuesto, conducir por una carretera completamente a oscuras no es tan peligroso como hacerlo envuelto en la niebla, y los coches modernos disponen en su mayoría de faros de gran calidad. Pero ambos entornos pueden provocar desagradables sobresaltos y la advertencia añadida que reciben los automovilistas de una carretera correctamente iluminada es incalculable. Por eso se instalaron las luces, y por eso los ingenieros eligieron algunos tramos potencialmente peligrosos para iluminarlos.

Conducir sólo con los faros es perfectamente aceptable en muchas carreteras, pero no deja de ser una fatiga para los ojos y se hace más difícil a medida que uno envejece. Por eso, según un estudio del Institute of Advanced Motorists, algunos conductores de edad avanzada renuncian por completo a conducir de noche.

La imperiosa necesidad de un alumbrado público decente se puso de manifiesto recientemente cuando un forense culpó a la decisión de un ayuntamiento de apagar las luces de la muerte de una mujer que murió atropellada cuando volvía a casa caminando por una carretera rural de Wiltshire a las 2 de la madrugada.

La A361 estaba completamente a oscuras en ese momento porque el consejo del condado había decidido tres años antes apagar el alumbrado público después de medianoche para ahorrar 300.000 libras al año. El juez de instrucción dijo que habría sido "imposible" para los conductores evitar a la madre de cinco hijos debido a la "falta de alumbrado público".

Se trata de una historia trágica, que viene a sumarse a los datos publicados por la policía el año pasado, según los cuales las muertes nocturnas en carretera habían aumentado un 39% en cuatro años, desde 2009, después de que se apagaran las luces, y las lesiones graves habían aumentado un 27% y las leves un 19%.

Si un conductor no puede ver en la oscuridad, ¿cómo va a hacerlo una dash cam? Muchas no están equipadas con chips sofisticados que permitan grabar de noche incidentes como el mío. Pero Nextbase, de entre todos los fabricantes, ha hecho de la grabación nocturna un objetivo real, asegurándose de que los productos más populares tengan la mejor tecnología para capturar imágenes nocturnas nítidas.

¿Qué pueden aprender de esto los 30 millones de conductores británicos? Si le preocupa la mala iluminación de una carretera, quéjese al ayuntamiento y vea si recapacitan, antes de que se produzca un incidente. Si no lo hacen, acude a tu diputado y recaba apoyos locales.

Sobre todo, vuelve a lo básico y sigue los consejos que te dieron cuando aprendiste a conducir: reduce siempre la velocidad para poder detenerte dentro de tu campo de visión.

Y si decides protegerte en caso de incidente comprando una dash cam, lee las críticas y elige una que funcione bien también de noche. En carreteras sin iluminación.